Jiménez ha tirado de antecedentes para explicar la situación generada. “Los problemas del agua de Tomelloso son históricos. El embalse sigue igual que en el año 1960, lamentablemente desde entonces no se ha invertido nada. Los que ahora crean alarmismo con el agua, refiriéndose a dirigentes del Partido Popular,  han actuado con negligencia en los 20 años que gobernaron esta ciudad”. Jiménez se ha referido a un informe del año 2006 “en el que se amenazó con cortar el agua en la ciudad, ya que salía marrón. Al año siguiente, en el programa electoral se prometió invertir en  nuevas tuberías y en los depósitos de cloración pero nada se hizo”.  Así ha puesto como ejemplo la avería de la toma flotante que estuvo sin funcionar desde el 2012 al 2015, “cuando llegamos al Gobierno nos dijeron que teníamos agua para 40 días y hubo que arreglarla urgentemente”.

“Hemos cogido una ciudad que  es un barbecho”, ha aseverado Jiménez que ha criticado el inmovilismo “de los que ahora alarman a la población”. La alcaldesa ha explicado las acciones que se están llevando a cabo ahora; se están purgando tuberías, limpiando los dos depósitos y realizando análisis y muestras en distintos puntos de la red de abastecimiento “para comprobar que no hay peligro de toxicidad para los ciudadanos”. En cualquier caso, ha animado a los vecinos que tengan incidencias demostrables que presenten reclamaciones en la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC). Hasta el día de hoy se habían presentado 110 reclamaciones.

Además de las labores de limpieza que realice Aqualia, Inmaculada Jiménez ha pedido la colaboración ciudadana para que se limpien los filtros de las casas. Según las estimaciones del Equipo de Gobierno, modernizar las infraestructuras del agua supondría una inversión de unos 14 millones de euros, “una cantidad muy elevada, pero vamos a trabajar para invertir y mejorar  todo lo que podamos, siempre desde un coste económico lo más viable posible”. Sobre este aspecto, el concejal de Urbanismo, José Ángel López, ha explicado que “actualmente al agua se le realiza un tratamiento de cloración,  pero no existe un sistema de filtrado. El agua baja por su propia gravedad, desde una tubería al depósito y desde aquí a la población. En los depósitos existe un sistema de decantación, pero en líneas generales las infraestructuras se han quedado obsoletas”.

Sobre las responsabilidades que se puedan derivar, Jiménez ha señalado que la empresa concesionaria es la que tiene que hacer frente con sus seguros, pero ha reconocido que el Ayuntamiento puede tener también su parte de su responsabilidad y que el pliego de condiciones deja mucho que desear. La alcaldesa no ha descartado que los Ayuntamientos de Tomelloso y Argamasilla de Alba ejerzan acciones conjuntas para solicitar  la mejora de las infraestructuras del agua a otras administraciones.