Cuarenta y ocho horas después de la salvación del Atlético Tomelloso, Cristóbal Moraga ha comparecido ante los medios, otra vez, como presidente. Antes, los miembros de la Junta Electoral han dado lectura al acta final del proceso electoral que ha desembocado en la elección automática de Moraga que encabezó la única candidatura presentada. “Mi sitio está aquí y vuelvo porque creo que debía hacerlo, este club no podía quedarse sin cabeza -ha señalado-. Moraga ha recordado  los argumentos que provocaron su marcha hace cinco meses “la situación era insostenible y la mejor forma de reconducirla era marchándome. Algunas cosas, no todas, se han desencallado, principalmente el tema de la publicidad. Agradezco las numerosas muestras de apoyo, afecto y cariño que he recibido y, por encima de todo, el trabajo de la junta gestora que se ha mantenido firme, con las ideas muy claras en un año muy difícil”.

Moraga ha reconocido que “deportivamente las cosas no han salido como esperábamos. Se han cometido errores y tenemos que aprender de ellos”. Es más ha calificado el año de “fracaso, porque al fin y al cabo el primer equipo es el pilar básico de nuestra estructura”. De todos modos, el presidente ha considerado la situación actual del club como “envidiada y envidiable y hay que darle el valor que merece. Hemos sido pioneros en regularizar la situación laboral de los futbolistas, hemos desarrollado una buena política de comunicación y redes sociales, hemos realizado una fuerte apuesta por la cantera y por otras secciones, también por el fútbol femenino. Tenemos que seguir insistiendo en lo que estamos haciendo bien”.

Así se ha llegado a la pregunta más esperada, ¿seguirá el entrenador la próxima temporada?. Moraga no ha confirmado ni ha desmentido, aunque ha dado alguna pista al decir que “al entrenador no lo vamos a juzgar únicamente por los resultados deportivos. Estamos ante un entrenador ejemplar, buen profesional, que aporta unos valores muy importantes que yo comparto, pero tendremos que sentarnos a hablar y negociar”. El presidente también ha avalado el trabajo del resto de técnicos del club.

Sí ha anunciado cambios en la plantilla, “pero no nos vamos a hipotecar. El primero de los objetivos será la permanencia. Plantearse objetivos más altos sería poco realista”. Sobre la proporción de futbolistas locales que habrá en la plantilla ha señalado que “que nuestro planteamiento no ha cambiado tanto como les parece a algunos. En la convocatoria del último partido había siete canteranos, una proporción que no tienen muchos clubes de la categoría. Que juegen más o menos locales depende de lo que queramos y siempre con los futbolistas de casa en igualdad de condiciones que el resto”.

En lo que respecta a la composición de su junta directiva, Cristóbal Moraga, ha indicado que se mantendrá casi en su totalidad. “Se van a producir las bajas de Vicente Valenciano y José María Cañas, que de alguna manera seguirán colaborando con nosotros, pero tendremos que hacer algunas incorporaciones”. El presidente también ha anunciado cambios estatutarios que se explicarán en una asamblea que se celebrará después del verano. Finalmente, sobre las relaciones con el actual Equipo de Gobierno ha señalado que “no me gustó lo que pasó y tendremos que aprender las dos partes. Pero Estamos condenados a entendernos”.