-¿Qué supone para ustedes la concesión de este premio Viñador?

-Todos los premios son bienvenidos porque es muy buen síntoma que personas ajenas a nuestra entidad reconozcan nuestro trabajo. En realidad, ni nosotros ni nadie trabajamos para que nos den un premio, pero cuando llegan vienen bien y nos animan a seguir adelante.

-¿Cómo ha ido evolucionado la cooperativa en estas tres décadas de andadura?

-Esta cooperativa la formaron cinco ganadores emprendedores que decidieron unirse. A partir de ahí fueron creciendo las ganaderías que se incorporaron hasta llegar a treinta. Eran de reducido tamaño y lo largo de estos años muchas fueron desapareciendo. Actualmente, quedan diez socios que son ganaderos de Tomelloso, Argamasilla de Alba y Socuéllamos. Y en cuanto al producto también se ha ido evolucionado. Inicialmente apostamos por nuestro queso tierno o el semicurado de oveja y cabra, posteriomente se evoluciona hacia un queso de oveja ya curado y en estos últimos años nos hemos centrado mucho en el queso gran reserva que son demandados por un público muy específico al que no le importa pagar la calidad. Ahora mismo estamos elaborando 16 tipos de queso diferentes. 

-¿Es buena la coyuntura actual en el sector o existe todavía mucho margen de mejora?

-Desde el punto de vista del queso la situación es muy complicada. Hace unos años se produjo una subida del precio de la leche que provocó que los ganaderos aumentarán sus ganados y ahora mismo vivimos una especie de burbuja del queso, con una lucha encarnizada para bajar los precios, tanto es así que el precio de un mismo queso puede variar hasta tres euros el kilo, lo que supone entrar en un terreno peligroso de pérdidas. Hay gente que intenta sacar el producto a toda costa, y baja los precios. Nosotros seguimos manteniendo los nuestros.

-¿Cuántos trabajadores emplea actualmente la cooperativa?

- Once 

-Se mantiene el principal sello de identidad que es combinar tradición y modernidad, ¿no es así?

-Seguimos elaborando nuestros quesos con corteza natural, lo que significa que si el queso tiene algún problema salta a la vista, pero si pinas la corteza el problema se queda dentro. Continuamos utilizando el paño como se hacía antiguamente, pero al mismo tiempo vamos incorporando nueva tecnología, enfocada sobre todo a reducir costes.

-¿En qué mercados se están moviendo actualmente?

-Tomelloso es nuestro principal cliente con un 40 por ciento de nuestras ventas y luego lo que es el conjunto de la comarca y la provincia. Y ahora hemos crecido mucho en Baleares, Canarias y Cataluña, donde se demanda mucho Queso Manchego con Denominación de Origen. Por otro lado, la cooperativa ha empezado este año a vender quesos en Japón. Lo importante es que en los últimos cuatro años hemos obtenido un incremento en las ventas de un 37 por ciento.

-¿Se sigue apostando en Europa por el sector quesero?

-En Europa siguen apostando, pero se busca producir mucha cantidad, antes que mejorar la calidad del producto, con lo cual la competencia y las luchas de precios están siendo encarnizadas. Nosotros queremos seguir apostando por la innovación, pero con cautela y prudencia, para ver como evoluciona el mercado en los próximos años. Nosotros ahora estamos muy centrados en nuestros quesos gran reserva y nuestros quesos en aceite y leche cruda que cada día tienen más demanda. Y por supuesto seguimos buscando la manera de que nuestros ganadores aumenten la calidad de la leche para elaborar quesos de la mejor calidad.