Con Rubén Chamero al frente de los mandos, el técnico que llevó al ascenso, el Manzanares afronta ahora el nuevo curso con un claro objetivo: quedarse en Tercera División. «Nuestro objetivo es la permanencia. Sabemos que será complicado para un recién ascendido, porque hay muchos ‘gallitos’ en esta categoría», sentencia el míster. Para conseguirla, Chamero tiene muy claro que «hay que formar un equipo compacto, que compita al máximo en todos los campos. Será importante la solidez defensiva del equipo y encajar bien la parte de atrás. Luego con trabajo y con las sesiones mejoraremos la zona de ataque».

Esos fundamentos que quiere tener como identidad el Manzanares en esta Tercera División ya se pudieron ver en la eliminatoria regional de Copa del Rey, en la que el equipo cayó ante el Marchamalo tras el 1-0 en la ida en feudo alcarreño y el 0-0 en la vuelta en el José Camacho. Una solidez mostrada pese a la derrota y pese a los inconvenientes tenidos en la pretemporada, que el Manzanares comenzó más tarde que el resto de equipo y, para colmo, tuvo que paralizar sus entrenamientos por un positivo de COVID-19 en su plantilla. Además de esos dos partidos, también jugó un amistoso ante el Madridejos, con triunfo por 1-0.

De esta forma, con solo tres encuentros de preparación llegará al comienzo de liga, al que el Manzanares se presenta con doce futbolistas nuevos. El club ha ‘pescado’ en conjuntos provinciales como el Almagro, del que han llegado el portero Nico, el defensa Carlos Ramos, el centrocampista Gascón y el delantero Pablo de Haro. También de La Solana, con Garceso, David Sevilla y Richi, o del Manchego, con el fichaje del veterano delantero Jesute. A ellos se unen Miguel Serrano (mediapunta, Toledo juvenil), Kamara (centrocampista), Dani Lozano (extremo, Villarrobledo) y Meissa Sock (central). En cuanto a las renovaciones, ocho futbolista continúan para completar una plantilla de 20: Mauro Fernández (delantero), Sergio Desdentado (defensa), Álvaro Gil (lateral), Adri (portero), Javi Moreno (lateral), Santi Vera (centrocampista), Cielo (centrocampista) y Mamadou (central).

Con este equipo encara el Manzanares una temporada que se prevé complicada para todos por el nivel y por la pandemia. El equipo franjiblanco comenzará este domingo en La Moheda, en todo un derbi ante La Solana. Será el inicio del regreso a una Tercera División en un subgrupo B que para Rubén Chamero pondrá muchas dificultades: «Hay 5 0 6 equipos que han manifestado que quieren luchar por el ascenso. Si en el grupo estamos once y ellos cumplen las expectativas que tienen, el resto que tenemos el objetivo de la permanencia vamos a tener que luchar mucho», argumenta, aunque está confiado plenamente en las posibilidades de su equipo, que ha mostrado competitividad en la pretemporada a pesar de sus problemas. El Manzanares quiere dar guerra en cada partido. Porque ha regresado a Tercera para quedarse.