Siguiendo con el estudio de tomelloseros con el apellido Ortiz que dejaron su impronta en la localidad, llegamos al siglo XX. De los primeros años tenemos, entre otros, al médico Manuel Ortiz (1904) y José Ortiz y sus bodegas (1915).
Del
médico Manuel Ortiz Saiz-Pardo sabemos que nació en Villarrobledo en 1853 y falleció en Tomelloso en 1908. Al igual
que muchos de los Ortiz manchegos y otras sagas familiares, Manuel Ortiz era oriundo de Vega de Pas (Cantabria).
Se casó en Argamasilla de Alba con
Teresa González Arias (hija de Antonio González Parra y Concepción Arias –ésta
de Tomelloso-). Descendientes de este
médico fueron Antonio Ortiz (nacido en 1888 y fallecido en 1964, casado con Luisa García Quirós) y
Concepción Ortiz (nacida en 1900 y fallecida en 1960, casada con Antonio Fernández
Amores)
A lo largo de toda la historia son frecuentes en todas las partes del mundo la existencia de los niños expósitos. Así eran llamados a los niños “expuestos” (del latín ex positus, cuyo significado es: puesto afuera), que solían ser recién nacidos abandonados, generalmente en las puertas de las iglesias o en las calles. Normalmente eran custodiados por el concejo (poder local), por lo que también se llamaban “niños concejiles”, hasta que se les enviaba a alguna inclusa. En un capítulo anterior ya profundicé sobre este fenómeno social en Tomelloso.Traigo a colación el caso ocurrido en 1918 cuando un niño fue abandonado a las puertas de la vivienda de Ramona Ortiz Montañés (28 de febrero) en la calle Carboneros número 9. La mujer acude frente al Juez Municipal, Don Juan Cuartero García, y expone que se había encontrado un niño “que fue puesto a la puerta de su citado domicilio, el día veintiocho del actual, como a las tres de la mañana, envuelto en un pedazo de tela blanca y siendo como de pocas horas de edad”.Lo curioso de este caso es que Ramona, la mujer que lo encontró, quiso quedarse con él y ponerle su apellido y el de su esposo. La petición fue aceptada y el niño quedó registrado como Lucinio Lara Ortiz.
Gracias a los
datos de Ángel Morales Ropero y Vicente Morales Becerra, en su estudio “Historia de las calles de Tomelloso”, nos
encontramos con más ciudadanos con el apellido Ortiz que dejaron su impronta
en la historia de la localidad:
-Tenemos el caso de Lucía Ortiz Panduro, esposa de Ramón Vázquez Rodríguez, conocido como “el Gallego” (pues era natural de la provincia de Lugo), que vivió en la conocida Casa del Gallego (cuyo solar da a las calles Alfonso XII, San Antonio y Serrano). Ramón Vázquez llegado a Tomelloso muy joven fue acogido por Antonio Ropero Espinosa y su esposa María del Pilar Muñoz.
-Una nieta de Lucía Ortiz Pandura era Leticia Ortiz
Vázquez. Lucía también era nieta de Juan
José Ortiz Muñoz. Como vemos la profusión
del apellido es total.
-También portaban el apellido Ortiz un importante matrimonio en la
sociedad tomellosera de finales
del siglo XIX y primera
mitad del XX. Se trata de José María Perales
Ortiz (comercializador de
vinos en Bodegas de Santa María y San Antonio, y político local republicano hasta la Guerra Civil) y su esposa
María Ortiz Villena.
- Como muestra de la profusión del Ortiz, no es rara la situación
de encontrar tomelloseros con este
apellido de forma doble. Es el caso de Basilio Ortiz Ortiz, que en septiembre
de 1955 abrió una frutería
en la Calle Zaragoza.
- 1961, tenemos a Victoria Ortiz Moraleda, autorizada a vender
helados por la localidad con dos
carritos.
-De marzo de 1967 tenemos a Consuelo Ortiz quien encabezó una
solicitud de los vecinos de la calle Don Quijote al Ayuntamiento local para que se hicieran
las acometidas del agua
potable.
- Alfonso Ortiz
Fustes, actual propietario de la Bodega de Peinado.
Como se dijo desde un principio el apellido Ortiz está, desde sus orígenes, muy extendido por la geografía española. Por eso no es extraño que en el estudio de la historia de Tomelloso aparezcan otros “Ortiz” no asentados en la localidad pero que pusieron su parte en algún episodio local. Es el caso de Constantino de Linares Ortiz, quien presidía la fundición asentada en Carabanchel Bajo (Madrid) donde se fundieron las campanas que fueron puestas en la torre de la Iglesia en el primer cuarto de siglo XX y que fueron destruidas en el inicio de la Guerra Civil.
Hace tan solo unas semanas desde Tomelloso se realizó la I Ruta
homenaje a los estraperlistas que
durante años recorrieron la ruta
Tomelloso-Ruidera-Villahermosa-Albadalejo, pero
entrar en la provincia de Jaén a través de los pueblos de Puente Génave o
Puerta Segura para proceder al
estraperlo de aceite que movían en pieles y odres hechos de piel de cabra. Una ruta de aproximadamente 140
kilómetros, en la que gracias a algún vehículo adaptado a este “trasiego comercial” se procedía,
entre otros, al estraperlo de aceite que
subían de Jaén en pieles y odres hechos de piel de cabra, así como harina de trigo y vino. Los pedidos
hechos a los estraperlistas
eran hechos en Tomelloso por los agricultores de posibles, panaderos, comerciantes y gentes individuales que en
lugares como el Bar Alhambra o en el café de Los Portales tenían la oficina para comprar o vender las necesidades
que se tuvieran. Necesidades que
estaban listos a satisfacer, si tenías dineros, hombres de la localidad y otros
venidos de fuera. No fue esta
la única ruta ni el aceite el único bien de necesidad que se
buscaba.
Hoy en el actual 2022 (cuando se cumple setenta años de su uso), el recuerdo en estas páginas a alguno de estos héroes de la necesidad. En concreto a Leocadio Ortiz Moreno y Félix Moreno Huertas quien, como otros tantos, fueron cazados mientras volvían de tierras albaceteñas. Así el 31 de Julio de 1942 la fiscalía provincial de Tasas de Albacete les impuso una multa de 1000 pesetas a cada uno “por transporte clandestino de judías”. Les fueron incautados 79 kilos de esta mercancía.
Si iniciaba esta monografía sobre el apellido Ortiz con un breve
árbol genealógico de una rama de
Tomelloso de este apellido en los siglos XVII y XVIII quiero finalizar con otra
saga más cercana a nuestros tiempos.
Inicio la misma con Esteban Ortiz López, domiciliado en la calle
San Roque y que ya lo vimos como uno
de los electores contribuyentes de noviembre de 1877. Esteban casó con Alejandra
Cobo y del matrimonio nacieron
José Ortiz Cobo y Lucio Ortiz Cobo.
Siguiendo con los descendientes de José Ortiz Cobo (nacido en
1852), que casó con María Francisca
Muñoz Morcillo (nacida en 1855), nos encontramos a Modesta Ortiz Muñoz (nacida en 1876), Juliana Ortiz Muñoz
(nacida en 1880), Antolina Antonia Ortiz Muñoz (nacida en 1882), Braulio Ortiz Muñoz (nacido en 1888), Juan José Ortiz
Muñoz (nacido en 1892) y Gregoria
Ortiz Muñoz.
De los datos de esta saga y continuando con los que fueron los enlaces matrimoniales y descendientes de los últimos personajes citados elaboro un desglose genealógico más gráfico:
De estos herederos del apellido Ortiz en las primeras décadas del siglo XX me detengo
en los hermanos Ortiz Morales
dedicados a la venta de electrodomésticos, material de ferretería e instalaciones de butano, y cuya actividad
profesional podemos ver aún en sus hijos en los Establecimientos Ortiz.
Como curiosidad, Antonio Ortiz Morales fue autorizado en diciembre de 1947 para instalar un altavoz en la calle Don Víctor número 16 para transmitir a todos los tomelloseros el sorteo de la Lotería Nacional. Este mismo Antonio Ortiz fue el que vendió el primer televisor en Tomelloso, que fuera adquirido por el boticario Gerardo Casavé Ruíz. Precisamente por el deseo de promocionar el uso de la televisión en la localidad, la marca Marconi Española junto con su distribuidor Establecimientos Ortiz (en la calle del Generalísimo, hoy calle Socuéllamos) organizaron en el año 1959, con motivo de la Feria de Tomelloso, una versión del concurso de moda en el momento “Hacia la Fama” (después “Salto a la Fama”). El director de aquel programa y que paseó por las calles tomelloseras fue el famoso cantante de boleros Jorge Sepúlveda.
Finalizando este recorrido por los Ortiz de Tomelloso tenemos a Eduardo Ortiz Massó que nació en Tomelloso en 1921 y del que tenemos su certificado académico del curso 1939-1940 del Colegio de Enseñanza Media de Albacete dependiente del Distrito Universitario de Murcia. Sería el equivalente al actual bachillerato.
De este tomellosero tenemos referencias cuando en el Boletín
Oficial del Estado de 14 de diciembre
de 1972 nos aparece como titular de unos depósitos en metálico en la Caja
General del Tesoro de Madrid constituidos en 1949.
Y por último el recuerdo a otro Ortiz conocido por todos y que nos
dejara hace poco debido a la cruel
pandemia del Covid. Se trata del periodista Pablo Ortiz Perona, que fuera
director de la Revista Pasos y autor
de diferentes estudios de historia local. Como recuerdo a él una de sus frases en la introducción de “Luces del
tiempo en Tomelloso”: “… para defender el futuro, un buen arma es la historia”.
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Miércoles, 28 de Febrero del 2024
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