A lo largo de la historia, destacaríamos conceptos que han permanecido más o menos constantes. Por un lado la realidad de las sociedades, con la necesidad de intercambiar información, lo más eficaz y rápidamente posible, a medianas y largas distancias… Por otro lado el medio de enlace disponible, dependiente de las circunstancias y evolución tecnológica de cada época. El tercer matiz sería el procedimiento e infraestructura tecnológica para “transportar” los mensajes en y por territorios; lo que conlleva o exige una eficaz organización y proceso de adecuación e instalación de los sistemas... Todo ello se denominaría: servicio eficiente a la sociedad.

Hoy, ya se ha cruzado el umbral del espacio tiempo, con los avances de la informática y el control alcanzado, con el posicionamiento de toda una caterva de satélites artificiales, “rodando” por el  espacio sideral, desarrollando las más avanzadas tecnologías, en los campos de la investigación y comunicación; en los que se “sustenta”, prácticamente, toda la actividad humana… Por ello, resulta paradójico y desconcertante que, en Ruidera pueblo y  amplio ámbito, la prestación de los imprescindibles y modernos servicios de las telecomunicaciones (véase Movistar: “solo llamadas de emergencia”, un día sí y otro también) sean tan  arcaicos y, por tanto, también  dañosos, respecto de ciertos derechos de los ciudadanos. No es  descabellado, dadas las circunstancias, que muchos consumidores y clientes de Movistar, estén pensando comunicarse con señales de humo, como en tiempos de los neandertales…