El público, que conoció en su mayoría la época de grandes éxitos de la cantante de Tennessee, se anima desde la primera canción. El arrollador vozarrón de Justine Riddoch y el buen hacer de los músicos y bailarinas nos sorprendieron agradablemente. Y durante cerca de hora y media de show, Tina Turner se materializó en el Marcelo Grande sin dar un respiro al respetable.

No en vano, Totally Tina ha sido reconocido como el mejor tributo a la llorada cantante nacionalizada suiza. Sobre el escenario del Marcelo Grande quienes tuvimos la suerte de vivir el espectáculo completo, disfrutamos de un sonido impecable, de un cuerpo de bailarinas profesionales que recrea las coreografías originales y de una fiel reproducción de los vestidos que la cantante de “Simply the best” lucía sobre el escenario.

Totally Tina no es un tributo al uso, se trata de un gran espectáculo que repasa la trayectoria de la reina del ¿pop, rock, soul o rhythm & blues? a través de los temas que catapultaron a la diva a lo más alto. Es simplemente un recorrido musical, sin entrar en la complicada biografía de la artista. Por medio de una puesta en escena sencilla pero efectiva, muy próxima a un concierto, el show reescribe los hits de Tina y los ofrece como en un recital de la cantante desaparecida el pasado año.

El espectáculo que ayer llenó de música y buenas sensaciones el Marcelo Grande nació en 2008 cuando Turner aún estaba viva tras la actuación de Justine Riddoch en el programa ras británico Stars in Their Eyes. Y desde entonces no ha parado de girar por todo el mundo.

Riddoch y el resto del elenco conquistan rápidamente al público del Marcelo Grande que canta, aplaude y cuando suena “I feel Good”, definitivamente se pone a bailar… Y a cantar “La tierra de las mil danzas” fue el detonante. Y es que, todo el mundo conoce las canciones del show, la de la propia Turner o las versiones de otros grandes músicos. El respetable participó, y cómo, en Totally Tina que llegó a tener a todo su elenco actuando en el patio de butacas.,

“What’s love got to do with it”, “Private dance”, “Simply the best”  “Goldeneye”, “Nutbush City Limits” —que sirvió a Riddoch para presentar al fantástico elenco que la acompañaba— o “Proud Mary”, entre otras muchas canciones, nos hicieron bailar, cantar y disfrutar de un show alejado de la imitación. El público de Tomelloso vivió (vivimos) en primera persona la época dorada de Tina Turner gracias a un gran espectáculo.