Un misterio es un hecho al que no encontramos explicación, de ahí que no sean de mi agrado. Vivir en la oscuridad del conocimiento produce al ser humano con necesidad de saber, entre otras cosas, exasperación. Para quienes, al contrario, pasan de querer saber, el misterio resulta ser algo ajeno. Extremo que en este siglo XXI podemos evidenciar a diario...y mira que los hay y grandes...
Desde la noche de los tiempos la humanidad ha “tragado” con fenómenos y situaciones inexplicables sin necesidad de buscarles un porqué. Tiempos en que los hombres y mujeres andaban preocupados en menesteres más primarios y básicos para la existencia. Con el desarrollo del intelecto y la curiosidad, las personas comenzamos a preguntarnos el porqué de los hechos.
Cierto es que vivir en los tiempos actuales es una suerte porque en las cavernas del desconocimiento e ignorancia ha penetrado mucha luz. Las ciencias han descubierto el porqué de muchísimos fenómenos, algunos muy tangibles y visibles, otros más complejos, secundarios y menos accesibles para quienes poseemos conocimientos normales. Hoy casi todo tiene explicación, al menos ante los ojos de la ciencia.
Pero mira tú por dónde, estando nuestra civilización a punto de encontrar el porqué de todo lo que sucede en la naturaleza, aparecen los misterios en los hechos que el mismo hombre realiza. Sabemos a qué es debido que la manzana caiga del árbol, conocemos que la energía no se crea ni destruye o que la dotación genética de un individuo es irrepetible. Sin embargo nos encontramos todos los días con los cotidianos misterios que algunas conductas humanas producen.
Porque díganme ustedes si no son auténticos misterios para el ciudadano de a pie, el trabajo de muchos políticos, la función de esos cientos de asesores, la magia que logran los “listos y listas” para trabajar y cobrar el paro y las ayudas sin querer dar un palo al agua; si no es un auténtico misterio el indulto de los ERES, la actitud de determinados fiscales en los casos que afectan a los familiares del Pedro Sánchez, la permanente complacencia de Conde Pumpido hacia todo lo que el gobierno aprueba, el apagón nacional, o el actualísimo caso de aforamiento del presidente de la Diputación de Badajoz...por citar algunos de los misterios sin resolver más recientes y tantos misterios que nos sacuden a diario y de los que ni recibimos ni encontramos ninguna explicación.
Y es que los humanos somos así, capaces de descubrir el porqué de las mutaciones genéticas pero incapaces de saber por qué suceden ciertas cosas más visibles que parecen inexplicables y que como todo tienen su porqué.
La diferencia está en que los misterios que el hombre descifra hacen a la humanidad más noble y creíble, sin embargo, los misterios que algunas conductas producen y ocultan, si no son explicados, hacen a la humanidad más descreída y a las personas que las producen y ocultan seres más primitivos.
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Miércoles, 21 de Mayo del 2025
Jueves, 22 de Mayo del 2025
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