Creo sinceramente que no hay género más sobreexplotado que el de los zombis. Hay cientos y cientos de películas de estos personajes. Desde La noche de los muertos vivientes, el clásico dirigido por George A. Romero, pasando por El amanecer de los muertos de Zack Snyder, 28 días después de Danny Boyle, Zombieland, Shaun of the Dead (Zombies Party) de Edgar Wright, la serie de The Walking Dead, incluyendo el maravilloso videojuego de Telltale, la saga de videojuegos Resident Evil, Left 4 Dead y The Last of Us. Este año, el director que redefinió el género vuelve con una tercera parte: 28 años después.

Dirigida por Danny Boyle, con el guion de Alex Garland y con un reparto estelarizado por Aaron Taylor-Johnson, Jodie Comer, Ralph Fiennes y Alfie Williams, esta película nos traslada de nuevo a Inglaterra 28 años después del brote del Virus de la Rabia. En la isla de Holy Isle conocemos a Spike, un niño de 12 años que, junto a su padre Jamie, decide que es hora de salir de la isla para que el chaval se convierta en un hombre. A su vez, Isla, la madre de Spike, está muy enferma de una extraña enfermedad, por lo que en cierto punto Spike tendrá que buscar a alguien que pueda curar a su madre.

Danny Boyle no es mi director favorito, aunque reconozco que me gusta Trainspotting y, por supuesto, 28 días después. Le tengo manía por una razón en concreto: en la gala de los Óscar de 2009 le robó la estatuilla tanto a mejor película como a mejor director a Christopher Nolan cuando hizo El caballero oscuro. La película que ganó el Óscar fue Slumdog Millionaire y, a mi parecer, es una cinta mediocre si la comparamos con el magnum opus de Christopher Nolan, que además redefinió el género de superhéroes. Hasta el propio Spielberg dijo que quien debió ganar fue El caballero oscuro.

De Alex Garland prefiero no decir nada porque todo lo dicho está en mis anteriores reseñas; únicamente diré que este tipo ha pasado de hacer ciencia ficción con películas como Ex Machina, Aniquilación y la serie Devs (su final me parece una mierda) a hacer películas videoclip como Warfare. Teniendo en cuenta que esta película tiene a sus mismos creadores, yo me pregunto qué narices ha salido mal.

Para empezar, por lo poco bueno que tiene, diría que sí hay una evolución en torno al concepto zombi, más bien a los infectados. Hay nuevas clases, en especial uno nuevo llamado Alfa: es un tipo de infectado que mide unos 2 metros, petadísimo de esteroides y, además, tiene un fimbrel como un camión. De verdad, os juro que no me creo el tamaño de dicho miembro, así que con razón hay que huir de ellos, por no decir que pueden llegar a arrancarte de cuajo la cabeza, al igual que un Predator. El mundo es más peligroso y eso me gusta, el sentirte débil y bajo amenaza constantemente. Además, los recursos son escasos, por lo que las únicas armas son arcos y flechas. Aunque, en su contra, he de decir que la ambientación es muy parecida a, cómo no, The Last of Us, y mi sensación es que Garland se la ha jugado y ha decidido ponerlo, pero se puede pasar porque al menos está bien.

Se acabó lo bueno, es hora de pasar a todo lo malo de la película.

Empezando por cómo está rodado: parece un videoclip de zombis, y no solo porque esté grabado con iPhone 15 Pro Max precisamente. Toda la peli tiene un montaje horrible y casi sacado de vídeos musicales. A la hora de matar a los infectados deberían de ser muertes rápidas, pero Danny Boyle se regodea y, cuando los matan, parece que hacen un Noscope Quickscope 360 Collateral MLG con Killcam incluida; solo le faltan las bocinas y el tío gritando “Mom, get the camera” o un niño rata gritando a todo trapo.

El guion es un sinsentido: empieza bien pero, a medida que avanza la película, decae a lo bestia. En su día dije que Alex Garland se regodeaba de tanto tiro y explosión en Warfare, y aunque fuera una experiencia inmersiva, no tenía historia. No me retracto de nada de lo que dije. De hecho, ese es el mayor problema de Garland: es un prepotente y todos sus metrajes —en especial sus dos últimas— no paran de decirte lo guay que es. Y ojo, que soy de los que defiende Civil War. Aquí es peor, porque al menos en Civil War sus personajes importaban, y en este caso estaba toda la película deseando que se murieran tanto Aaron Taylor-Johnson como Jodie Comer. Estos dos trepas y progenitores del verdadero protagonista, Spike, son insoportables, excepto el chaval, que al menos lo hace bien, pese a que su viaje se parezca en mayor o menor medida al de Cailee Spaeny. Y bueno, Ralph Fiennes solo está ahí para recoger billetes y de paso venderte filosofía y existencialismo de mercadillo.

Tengo la extraña sensación de que Danny Boyle tenía varias ideas: la primera, una historia paternofilial; la segunda, un drama existencialista sobre la vida y la muerte; y la tercera, la historia de unos soldados encallados en Inglaterra teniendo que sobrevivir al brote (ejem, Hunk de Resident Evil). Así que Alex Garland, con todos sus bollocks, mientras hace el guion, decide pillar esas tres ideas y hacerlas en una única película. Y el resultado es nefasto, una broma y un sinsentido de principio a fin.

Por cierto, no hay peor cosa que hacer una película como si fuera un videoclip; de ahí que no me guste nada lo último de Zack Snyder y Michael Bay, aunque en este caso estos dos hacen comerciales largos.

Muchos han dicho que la cinta es de acción, terror y aventura. Lamento ser yo quien lo diga, pero ni es de aventuras, ni es de acción —y si la hay, tiene muy poca y rodada de forma cuestionable— y, pese a ser de terror, es muy previsible, por no decir que no da miedo, y los sustos están sacados de las películas de James Wan.

Mi punto es el siguiente: efectivamente, la segunda temporada de The Last of Us es mala, pero 28 años después es peor, y con razón. No sabe qué quiere ser y su historia se pierde por los cerros de Úbeda.

Odio decir esto, pero esta película es mi mayor decepción de este año, junto con Warfare, y todavía quedan varias. Tenía altas expectativas, pero me han acabado superando. ¿Acaso queda alguna buena película de zombis? No lo sé.

Lo único que sé es que tanto Alex Garland como Danny Boyle han caído muy bajo, y dudo mucho volver a ver una cinta escrita y dirigida por ellos, pese a que esto vaya a ser una trilogía. Así que lo siento por ellos, pero se acabó. Warfare fue un aviso, pero esto ha sido la gota que colma el vaso. Lo siento, Alex Garland, pero se me hará imposible darte una tercera oportunidad. Ahora entiendo por qué dijo que The Last of Us es mejor que 28 días después.